December 20, 2016

Hace una semana salí con mi familia por las calles de la ciudad a regalar a las personas con escasos recursos un poquito de felicidad, les dimos un lunch, dulces, abrigo y juguetes. No saben las caritas que ponían tanto los niños como los adultos al recibir este pequeño detalle, dicen que la humildad se acaba cuando lo publicas, pero yo creo que compartir esto con ustedes es algo muy lindo, ya que así podemos fomentar a que más gente se una a esta ayuda que hacemos, con mi familia fue nuestro segundo año y vamos por mas, porque lo padre de esto no es la ayuda o la felicidad que les puedas dar, lo bonito esta en que te sientes feliz contigo mismo, porque lo que recibes a cambio es un gracias muy sincero, el gracias mas lindo que puedes escuchar de esas personas que no tienen mucho y buscan algo para seres queridos... Así que eso es todo lo quería compartirles, esto que me hizo muy feliz.

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Antes de juzgar al prójimo, pongámosle a él en nuestro lugar y a nosotros en el suyo, y a buen seguro que será nuestro juicio recto y caritativo. San Francisco de Sales